PUMA DE LAS ALTURAS

Manuel Carizza nació el 23 de Agosto de 1984. A los 4 años empezó a jugar al rugby en el Jockey Club de Rosario. Con tan sólo veinte años dejó su ciudad natal para mudarse a Biarritiz y dar comienzo a su carrera en el rugby profesional. Dos metros es su estatura. El rosarino tiene 28 años y tras desempeñarse siete temporadas en dicho club del Top 14 francés decidió quedar “libre” para abocarse completamente a Los Pumas.

Por Cecilia Baran

Manuel Carizza, segunda línea del Seleccionado Argentino de Rugby tiene rodaje “full time” en los partidos jugados de la Rugby Championship. No renovó su octava temporada con el Biarritz ya que ellos no están de acuerdo con tener jugadores que participen de este torneo, al respecto opinó: “Es lógico que piensan así. Igualmente, mi idea es seguir jugando al rugby profesional.”
-¿Estás conforme con el desempeño que tiene el equipo y con los avances que lograron Los Pumas?
-Sí, la verdad es que estoy muy conforme. Antes que nada, jugar con 29 amigos es muy lindo. El grupo está evolucionando bien y, más allá de los resultados, creo que estamos pasando por un buen momento. Pero, obviamente, nosotros queremos ganar.
-El primer objetivo era mejorar y aplicar el sistema de juego que se incorporó a partir de los aportes de Graham Henry. Eso se cumplió, ¿cuál es tu opinión?
-Eso está funcionando bien. Estamos creciendo como equipo y el buen momento es fruto del trabajo y de toda la dedicación que estamos poniendo.
-Los Pumas van partido a partido y siempre entran a la cancha para ganar pero, ¿el próximo objetivo es ganar específicamente?
-Bueno sí. Creo que ya podemos empezar a ser más ambiciosos con el resultado. Ya vimos que son vulnerables, que se les puede ganar y creo que ahora depende de nosotros llevarnos el resultado. Al jugar una vez contra ellos, humanizamos al rival ya que conocemos sus puntos débiles y entonces somos conscientes que lograr el objetivo es posible.
-Tu función en el equipo es bastante importante porque es básica la obtención en el line, ¿dentro de la cancha se siente esa responsabilidad?
-Cuando me toca tanto una salida como un line, es el momento en el cual tengo que hacer las cosas bien. ¡Ese es el momento! Puedo jugar muy bien afuera, tacklear mucho pero si perdí muchas pelotas en el line o no agarré ninguna salida creo que el laburo principal no está hecho. Obviamente, no es el trabajo de uno. Las salidas, el scrum y el line son aspectos del juego que le competen a todos los forwards. Pero sí es un momento en el cual me pongo un poco más de presión.

Le preguntamos si en Rosario estaban organizando ir para La Plata a ver el partido ante los All Blacks y nos contó: “Sí. Va toda mi familia: mis viejos, Carlos y Dolores; mi novia Rocío; van mis tíos como también muchos amigos. Van alrededor de ocho amigos que ya me pidieron entradas y están muy entusiasmados. No son amigos de rugby sino del colegio –Centro Educativo Latinoamericano- y son todos futboleros que no tienen ni idea de rugby pero encontraron la excusa perfecta para ir a verme y salir. Además, el domingo juega Newell´s en Tigre y también vamos todos.”
-¿Tu novia también te acompaña siempre que puede? Hay oleada de casamientos en Los Pumas, ¿te está llegando?
- Rocío va siempre a verme. Estuvo en Mendoza, va a La Plata y en Rosario obviamente va a estar. La verdad que varios de los chicos están pasando un buen momento. Todavía no me caso pero esa es la idea.
-Hagamos un poco de historia, ¿por qué Jockey?
-Porque Carlos, mi viejo, jugaba de chico ahí y mi familia siempre fue del club. Tanto mi hermano Nicolás como yo empezamos a jugar desde chicos y siempre fuimos gente del club. Mi hermano es dos años mayor y jugábamos juntos pero él dejó cuando se recibió de médico.
Manu también estudió dos años medicina pero dejó cuando se fue a jugar al Biarritz, a la inversa que su hermano.
-Biarritz es una ciudad muy linda, ¿es más linda que Rosario?
-Es muy linda, es un lugar donde me encantaría vivir y el que la conoce no me va a decir lo contrario. Es un gran lugar para vivir pero Rosario es Rosario; tiene lo suyo.
-Rosario tiene algo más que el monumento a la bandera… ¿por qué hay tantos cafecitos y bares en Rosario?
-Sí, para mi tiene todo. Mi familia y amigos viven ahí. Allí están mis lugares, mi casa y la verdad es que cada vez que vuelvo lo disfruto muchísimo. Mi novia en el tiempo que viví en Biarritz también fue pero somos rosarinos los dos y…Es verdad que en Rosario hay muchos bares. Se sale bastante y se disfruta la noche. A mi grupo de amigos nos gusta encontrarnos a tomar algo. En Francia, tal vez, también hay unos cuantos pero es verdad que en Rosario hay muchos bares.
-Cuando estuviste viviendo en Biarritz, ¿iban muchos amigos argentinos a visitarte?
-Desgraciadamente fueron pocos, habrán ido cuatro o cinco y en siete años no es mucho pero tuve la oportunidad de verlos cada vez que venía a Argentina; no me quejo.
- ¿Se armaba camándula entre todos los argentinos que jugaban en el Biarritz?
-Fuimos varios. En un momento éramos siete argentinos en el equipo. El Chelo Bosch siempre fue mi compañero. Llegué en 2005 y él al año siguiente, es como un hermano. A Biarritz el primero en ir fue el Negrito Gaitan. Un año más tarde, en 2004, Fede Aramburú y después llegué yo. Pero fuimos muchos: Mati Cortese, Agus Creevy, Gonzalo Padro, Santiago Dellape, Frankie Goméz Kodela que está ahora y seguro me olvido estoy olvidando de alguien. Pero la verdad es que nos adaptamos a todo. Creo que el argentino se adapta muy bien, le gusta mucho conocer gente. En nuestro caso, nos llevábamos bien con los que hablan inglés, francés, salíamos con todos y no teníamos ningún problema; nos gusta conocer culturas y gente nueva.



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