Matias Rosati, papa de Tomás Rosati jugador de Belgrano, envió esta carta a "La Nación", en donde habla sobre el PLADAR y como vive esta realidad su familia. La publicaciòn en el diario fue editada debido a su tamaño, pero aquí está el texto completo.
"Señor Director:
Permítame dirigirme por su intermedio a los dirigentes del rugby de Buenos Aires, a quienes debo en primer lugar agradecer el tiempo y la dedicación que le brindan a nuestro deporte.
Les quiero hablar como padre y miembro de una familia que todos los fines de semana vive intensamente el rugby, entrenando y acompañando a nuestros hijos en el querido club Belgrano Athletic.
Estoy dolido, porque nuestro hijo Tomas y otros varios chicos no pueden jugar al rugby en sus clubs, con sus amigos, sólo porque fueron convocados a un plan de alto rendimiento y se les reconoció por ese motivo una beca que facilita la preparación que están recibiendo, para eventualmente integrar en el futuro algún seleccionado nacional.
A ese impedimento se suma la opinión de algunas personas que ven en esos chicos una suerte de factor contaminante del espíritu del rugby, lo cual me parece tan injusto como irrazonable.
La polémica confunde a mucha gente y está provocando divisiones innecesarias.
Tomi podría quizás prescindir de su beca, pero para otros chicos es la diferencia entre acceder a la alta competición o no poder hacerlo.
El rugby ha dado ejemplos formidables de integración social y seguramente no va a pasar mucho tiempo antes de ver en el Pladar, por ejemplo, a algunos de los tantos chicos que practican ese deporte en el Virreyes Rugby Club. ¿Le van a negar esa oportunidad?
Forzar a optar -ahora mismo- entre sus clubs y la beca me parece una falsa opción.
La beca que reciben los jugadores convocados a un plan de alto rendimiento les permite, por ejemplo, actuar en ese nivel sin descuidar sus estudios. ¿Qué tiene eso de malo?
Se insinúa que los chicos del Pladar no deberían jugar al rugby con otros que no hayan tenido esa oportunidad y se habla incluso de ventaja deportiva, pero La Nación consultó directamente a quienes hipotéticamente podrían resultar perjudicados y los capitanes de los primeros equipos dijeron, en forma prácticamente unánime, no sólo que no tienen inconveniente en competir con esos chicos, sino también que quieren hacerlo, porque los motiva y mejora el nivel de la competencia.
Los chicos que están en este plan se tienen que cuidar en las comidas, no tienen que tomar bebidas alcohólicas (gran problema hoy en nuestros jóvenes), tienen que levantarse temprano para ir a entrenar, en cierta medida nos ayudan a formarlos.
El hecho de cobrar una beca o si algún día es profesional del rugby no va a cambiar su esencia y sus valores, Tomas va a seguir siendo la misma persona humilde, amiga, solidaria, educada por nosotros, no se preocupen por esto.
Creo que el problema de nuestro rugby hoy no es si los miembros de un seleccionado cobran o no una beca para prepararse como hoy exige la alta competencia o si algún día son profesionales porque como dije anteriormente ellos van a seguir siendo los mismos, sino como se administra el dinero que llega por la televisión, los sponsor, etc a las uniones y a los clubes los cuales tienen que tener dirigentes honestos y preparados para administrar ese dinero, por lo que estoy convencido que es mas importante ocuparse que quienes nos dirigen estén a la altura de las circunstancias porque sino si va a pasar como en muchos otros deportes que el dinero que llego no arruino el deporte sino las personas que dirigen y administran esos deportes son los responsables de haberlos arruinado.
Vengo de una familia que puede dar pruebas de espíritu amateur y fidelidad a una camiseta y de hecho Tomi representa a la tercera generación en Belgrano Athletic.
Por favor, no impidan que lo siga siendo."
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