El ñandú no pudo comerse la naranja
En un partido sin brillo y muy parejo, opacado por el día frío y gris; Tucumán venció al local Rosario por 19 a 13 y se quedó con su noveno título en la historia del Campeonato Argentino, dejando con las ganas a mucho más de un rosarino de festejar un título de estas características después de 45 años.
El kick off se dio a las 16:13, después de hacer un reconocimiento a varios de los integrantes de aquel gran equipo del seleccionado de Rosario de 1945. La entrada de los seleccionados se vio acompañada por las divisiones infantiles y el himno sonó de la mano de la banda de la policía.
Rosario dominó los primeros tres minutos hasta llegar al try luego de un line robado a 5 metros del ingoal tucumano y un juego de muchas fases hacia la izquierda, hasta que la ovalada cayó en manos de Juan Imhoff, quién muy pocas veces perdona en la hora de las definiciones. La conversión de Román Miralles queda corta y se va por el primer palo; el marcador quedaba 5 a 0 a favor de los locales.
La salida posterior al try concede a Tucumán un penal muy factible, marcado por Nicolás Sánchez que anduvo muy derecho con sus patadas a los palos.
A los diez minutos del primer tiempo, el ingoal rosarino tembló tras un gran arranque de Tucumán que termina con el Pitu Miralles adentro del área de try haciendo un pase como puede para que uno de sus compañeros la mande al line. En este line, Tucumán gana limpia la pelota pero Rosario provoca una infracción y Sanchez vuelve a acertar con su pie dejando arriba a Tucumán por 6 a 5.
El viento fue un factor que traicionó a ambos equipos. Tucumán comenzó el encuentro con viento a favor, el cuál se fue cruzando con el correr de los minutos provocando el desvío de varios kicks, entre ellos uno de Lucas Barrera Oro que comprometió mucho a los Tucumanos con el line que este provocó.
A los 22 minutos, Franco Manavella recibe la tarjeta amarilla y Rosario se queda con un hombre menos que Tucumán supo aprovechar de la mano del try de Manuel Ascárate convertido por Sánchez, dejando el tanteador 13 a 6 a favor del visitante.
A los 28, Román Miralles erra un penal vital para seguir en la pelea mano a mano por el título. Este error fue compensado a los dos minutos con otro try en la bandera del 11 de Rosario, Juan Imhoff. Miralles desperdicia otra oportunidad con la conversión y todo queda 13 a 10 para Tucumán.
Con la vuelta de Manavella a la cancha, las cosas volvían a quedar 15 contra 15. La última jugada de la etapa inicial se la lleva Tucumán, con otro acierto de Nicolás Sánchez a los 39 minutos. Los seleccionados se fueron a los vestuarios con una ventaja para Tucumán de 16 a 10.
Para el segundo tiempo ambos equipos metieron cambios: en Rosario ingreso Simon Boffelli por José Basso en la tercera línea; y en Tucumán, Roberto Tejerizo por Edgardo Herrera en la primera línea.
A medida que transcurrían los minutos las cosas empezaron a trabarse. El público demostraba su oposición al árbitro por decisiones un poco imparciales mediante abucheos e insultos (Prohibo al que lea esto que digan que para las mujeres la única culpa de la derrota o de la victoria es pura y exclusivamente del árbitro. En este caso no fue así, pero siempre influye... ¡Y que no digan que no!)
A los 9 minutos Juan Ávila sale lesionado y entra Felipe Bettolli. Miralles anota un penal dejando las cosas 16 a 13, pero con mucho tiempo por delante para seguir anotando. A los 20, Tucumán realiza otro cambio pero esta vez en la segunda línea: Patricio Jimenez por Juan Pablo Lagarrigue.
Luego de tantas quejas del público al árbitro cordobés, Nicolás Sánchez es amonestado. Y se hacen más cambios en Tucumán; Araoz por Cuezzo. Y en Rosario Walter Alderete por Franco Manavella (que en los últimos minutos volvería por una lesión de Alderete) y Sodini por Massafra.
En la segunda etapa hubo muchos problemas con el scrum. Varios tuvieron que repetirse de 3 a 5 veces provocando un desgaste físico, una pérdida de tiempo, y una cantidad de infracciones innecesarias para ambos equipos.
En el minuto 45 de este segundo tiempo, Nicolás Sánchez prácticamente sentencia a los rosarinos con un penal. La única opción para rosario era hacer una muy buena salida, ganarla, jugarla hasta el final para lograr un try y la posibilidad de acertar la conversión para ganar por uno. Eso nunca pasó... Poco más de un minuto y el silbato decreta campeón a Tucumán con un 19 a 13 final.
El apertura de Tucumán, Nicolás Sánchez fue elegido la figura del partido. En mi opinión si jugó un gran partido, pero... ¿Por qué siempre la figura debe ser del equipo ganador? Yo creo que Juan Imhoff fue el jugador del partido. Marcó dos tries (que lo dejan como el tryman del torneo con 7 conquistas) importantísimos, pero el equipo no lo acompañó lo suficiente. Miralles también jugó un buen partido, pero a la hora de patear estuvo flojo. Se perdió 7 puntos...
Hubo momentos y momentos, a veces Rosario fue más y merecía ganar después de tanto tiempo; pero la defensa de Tucumán viene hace seis años con hambre de gloria. Fue lo que Dios quiso, en esta final del 66 Campeonato Argentino.
Fotos: Guinderas Cronica: Caperucita verde para las guinderas.
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