Dos días en el Fin del Mundo, por
razones laborales, alcanzan para hablar unos minutos con uno de los ex
jugadores de Los Pumas. Él reconoció que encontró en Ushuaia Rugby Club “la simplificación más pura del
rugby amateur, a pulmón y social”.
Albanese recorre las
instalaciones de una de las instituciones más australes del mundo donde se
practica rugby. Y con cada paso que da no deja de asombrarse, conoce el
gimnasio y lo compara con el de su club, el SIC, campeón del Top 14 de la URBA
en 2010 y 2011; después camina por la cancha de rugby, que espera por el XXVI
Seven del Fin del Mundo.
“El Seven del Fin del Mundo es un
evento conocido, y por diferentes cuestiones nunca pude venir. Ahora me toca
estar en Ushuaia por un tema laboral, y después de tres horas y media de vuelo
uno ve un lugar donde todos se conocen, y encuentra un club donde se trabaja
todo a pulmón con los socios y los dueños. De alguna manera, es como volver 40
años atrás en los clubes de la URBA cuando era todo a pulmón, y eso te impacta
un poco”. Así, Diego
Albanese comienza a describir con palabras lo que antes revelaba con sus
gestos.
Y sigue hablando del espíritu del
rugby, destacando las singularidades del deporte ovalado en Argentina y las
instituciones donde, dice, “se
requiere mucho más esfuerzo de la gente”.
Él enaltece esa fuerza de base
que ve particularmente en nuestro país: “El
rugby en todos los lugares del mundo donde jugué es totalmente profesional,
pero en Argentina se encuentra gente entrenando en las plazas, sin un espacio
físico a veces, y eso te hace rever y reanalizar todo, más en un año como este
con Los Pumas jugando el Rugby Championship. Está bueno volver y de vez en
cuando dar marcha atrás y conocer estos lugares donde nació el rugby. Esto es
la esencia de nuestro rugby. Esta es la simplificación más pura del rugby
amateur, a pulmón y social”.
En tanto, deslizó la posibilidad
de alguna vez hacer eso que nunca pudo y volver a Ushuaia para jugar: “Estoy
viejo para ponerme a competir pero si hubiese un Seven de veteranos, algún
partido podría jugar. Por la televisión se me complica mucho organizar los
fines de semana pero vine esta vez por trabajo y por suerte puedo conocer
Ushuaia, y también pude conocer el Ushuaia Rugby Club”. Pero por las dudas de
no poder hacerlo para entrar con los cortos a la cancha, se compromete de
palabra a retornar al Fin del Mundo: “Seguramente
voy a volver, con más tiempo para compartir más, y poder comer un asado con la
gente de acá”.
Por otro lado, atendiendo a una
idea que se está abriendo paso con los torneos de juego reducido disputados en
Rafaela (los días 24 y 25 de noviembre) y Córdoba (14, 15 y 16 de diciembre),
Albanese fue optimista: “Se
está armando algo para que Ushuaia, Córdoba, Corrientes, Rafaela, y algunas
otras ciudades, integren un Circuito Nacional de Seven. Eso está bueno pensando
en los próximos Juegos Olímpicos, y también para hermanar a las Uniones de todo
el país, y que las más grandes, como la Cordobesa, sepan de las inquietudes de
las del Sur, por ejemplo. Además, muchas veces esos torneos tienen un tapado
que se destapa, y está bueno para seguir a esos jugadores. Es una buena idea,
ojalá que se concrete”.
Diego Albanese tuvo un breve paso
por el Fin del Mundo, no asistirá al Seven, pero visitó y se llevó una linda
impresión del Ushuaia Rugby Club. Las próximas ediciones del torneo de juego
reducido más austral del planeta aguardan por su destacada presencia, ya sea
para un partido de veteranos o simplemente para acompañar estos días ovalados
en Ushuaia con alguna clínica de rugby.
Fuente y foto: Jerónimo Tello
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